Los Sistemas Agroforestales (SAF) integran la deliberada retención o introducción de la diversidad silvestre o forestal en coexistencia con cultivos y/o animales domésticos en formas de manejo agrícolas con el objetivo de obtener beneficios ecológicos, económicos y sociales de tal integración.
En México los SAF pueden incluir a terrazas, campos elevados y milpas donde se conserva la mayoría de la riqueza de los maíces, frijoles, calabazas y quelites nativos y de especies de frutales nativos, a los huertos familiares para la autosuficiencia alimentaria, los agrobosques para la producción de café, canela, vainilla, piña y cacao para la obtención de ingresos a través de los mercados locales, regionales y globales, y los sistemas agrosilvopastoriles de origen colonial y recientes.
El manejo agroforestal provee de beneficios a los seres humanos a escala local, regional y global, ya que atenúan los efectos de las heladas y la erosión, aportan sombra y protección, proveen de hábitat a especies útiles, mantienen o incrementan la fertilidad del suelo, disminuyen el efecto de los huracanes en los cultivos, participan en el control de las quemas, proveen de servicios hidrológicos y constituyen alternativas importantes para la mitigación y adaptación al cambio climático. Además, de integrar y recrear las cosmovisiones, los conocimientos, las prácticas y las formas de gobernanza de las unidades sociales que los manejan.
Algunos Sistemas Agroforestales Típicos